Los cortes de electricidad y las fluctuaciones de tensión pueden dañar los aparatos eléctricos. Afortunadamente, es posible limitar o incluso eliminar los daños con la ayuda de un inversor. Es especialmente útil si quieres proteger tus aparatos y seguir utilizándolos en caso de corte de luz.
Para evitar daños materiales causados por una tensión irregular, también es importante saber elegir un inversor. Existen tres tipos diferentes de inversores, y su elección depende de la finalidad a la que se destinen.
¿Para qué sirve un inversor?
El SAI, también conocido como Sistema de Alimentación Ininterrumpida, es un dispositivo que sirve principalmente como batería de reserva. Los aparatos conectados a un SAI siguen funcionando en caso de apagón. Por lo tanto, es posible seguir utilizando el equipo en el que se está trabajando incluso durante un corte de electricidad.
Es aconsejable conectar a un inversor todos los aparatos que no funcionen con pilas, como los ordenadores de sobremesa, SINs, routers y caja wifi o productos sanitarios.
Además de proteger contra los cortes de corriente, algunos inversores también protegen contra las caídas o subidas de tensión y las interferencias radioeléctricas y electromagnéticas.
¿Cómo funciona un inversor?
El funcionamiento de un SAI es muy sencillo. Cuando se enchufa a la red eléctrica, se carga. Una vez que su batería está correctamente recargada, el proceso de carga se detiene automáticamente. Cualquier dispositivo puede conectarse a él incluso durante la carga. En caso de corte de corriente, el inversor suministra automáticamente energía al aparato que está cargando. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen tres tipos de inversores y que el funcionamiento de cada uno difiere ligeramente.
Los 3 tipos de inversores
Los inversores están disponibles en modelos On-Line, Line Interactive (o In-Line) y Off-Line. La diferencia entre estos tres modelos radica en la gestión de la corriente eléctrica, pero tienen básicamente la misma función principal.
Inversor fuera de línea El inversor fuera de línea es el tipo más básico de inversor. Suele tener el aspecto de una regleta grande y es el más barato y silencioso. Sólo suministra energía a los dispositivos que debe soportar cuando la corriente cae por debajo de un determinado nivel y, por tanto, actúa como batería de reserva. Envía la corriente en menos de 6 ms y se le suele llamar SAI para PC, porque responde perfectamente a un uso en ordenadores o dispositivos no críticos.
SAI interactivo de línea o En líneaEl inversor Line Interactive es más avanzado que el off-line. Regula la corriente de red mediante un microprocesador que supervisa el estado de la corriente de entrada. Así, puede contrarrestar las caídas o subidas de tensión para suministrar electricidad más limpia a los aparatos que soporta. Así se evitan los parásitos y las variaciones de frecuencia. Capaz de reaccionar en menos de 2 ms, este es el tipo de SAI que hay que favorecer para un NAS, una caja o cualquier dispositivo con el que trabaje.
Inversor en línea Inversor: Este tipo de inversor suministra corriente de forma continua al aparato que soporta. Actúa como estabilizador y como batería. Este modelo es ideal para proteger y garantizar productos sanitarios y puestos de trabajo en las empresasNo tiene latencia. También es el tipo de SAI preferido en los parques informáticos para proteger los servidores. Se utiliza sobre todo en países sin una red eléctrica fiable.
La potencia de un inversor
La potencia de un SAI debe corresponder a la potencia total de los dispositivos que debe soportar. Sume la potencia de los dispositivos que desea conectar al SAI antes de elegir el SAI. Si la potencia total de sus aparatos es de 1.500 vatios, por ejemplo, elija un SAI de 1.500 vatios. Sin embargo, siempre es mejor disponer de un pequeño margen para proteger tanto el SAI como los aparatos que soporta. Por ejemplo, si desea alimentar aparatos con una potencia total de 1.500 vatios, elija un modelo de 2.000 vatios.
La autonomía de un inversor
La autonomía de un inversor es de 5 a 15 minutos, pero puede ir más allá en los modelos profesionales. El aparato podrá alcanzar una autonomía máxima si no se sobrecarga. Si, por ejemplo, sólo utiliza un ordenador de sobremesa con su SAI, tendrá tiempo de sobra para guardar su trabajo y, finalmente, apagar el dispositivo correctamente en caso de corte del suministro eléctrico.
Esta autonomía variará en función del tipo de dispositivo conectado. Por ejemplo, un ordenador durará más que un router.
¿Con qué tipo de aparato debe utilizarse un inversor?
El SAI se utiliza en dispositivos que gestionan datos importantes, como ordenadores y servidores NAS. También se utiliza para garantizar la continuidad de la conexión a Internet, y se utiliza con una caja wifi o un router. El SAI también es muy útil en el ámbito médico para evitar la desconexión inmediata de ciertos aparatos vitales o en empresas que utilizan servidores de almacenamiento en caso de corte del suministro eléctrico.
¿Cómo utilizar un SAI en un servidor NAS?
Si desea utilizar un SAI con su NAS, lo primero que debe hacer es asegurarse de que tiene un puerto USB. Al conectar el NAS mediante USB al SAI, el NAS tendrá tiempo suficiente para proteger los datos de pérdidas en caso de fallo de alimentación.
Para ello, deberá activar la compatibilidad con SAI directamente en su NAS. Para configurar el SAI en un NAS de Synologytendrá que ir a la panel de controlen Equipamiento y alimentos. A continuación, seleccione Inversor y marque la casilla Activar la compatibilidad con inversores. A continuación, puede definir cómo debe comportarse su NAS si recibe alimentación del SAI.
Conclusión
El SAI es una herramienta que se utiliza para retransmitir electricidad en caso de corte del suministro eléctrico. Este dispositivo es esencial para proteger los aparatos electrónicos en caso de corte repentino del suministro eléctrico, así como para proteger los datos informáticos y garantizar la continuidad de la conexión a Internet en caso de apagón. Es necesario elegir bien el SAI antes de comprarlo. En particular, hay que tener en cuenta la naturaleza de los dispositivos que se van a soportar para determinar el tipo de SAI que se va a utilizar, su potencia y su autonomía.